28 abr 2010

La lucha médica por la despenalización del aborto terapéutico en Nicaragua


  • “El problema del aborto no se resuelve a carcelasos”

  • La penalización del aborto obliga a los médicos a delinquir.
“Nadie quiere que hayan abortos”… “pero el problema del aborto no se resuelve a carcelasos”. El Dr. Arnoldo Toruño dijo estás palabras en el conversatorio “La ciencia médica tiene algo que decir sobre el aborto terapéutico”. Refiriendose al grave error que cometieron los legisladores del país al aprovar la penalización total del aborto en el nuevo código penal de Nicaragua.
Toruño dejó claro que penalizar el aborto no significa que ya no se practican abortos, sino que muchas mujeres se ven obligadas a buscar atención fuera del sistema de salud pública, quedando expuestas a abortos en condiciones insalubres e inseguras.
Esther Sheers, médica Holandesa, compartió el ejemplo de su país. Holanda es uno de los países en donde se practican menos abortos a nivel mundial y esto se logró gracias a una estrategia de salud sexual y reproductiva que abarcaba: legalizar el aborto, promover educación sexual científica y libre de prejuicios, asegurar acceso a anticonceptivos y a atención ginecológica y formular políticas públicas que disminuyeron las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres. La experiencia de Holanda demuestra que reducir el número de abortos no se logra con prohibiciones; sino asegurando una serie de condiciones que prevengan los embarazos no deseados.
En cambio en Centro América, una región con leyes muy restrictivas sobre sexualidad y aborto, los índices de aborto electivo y de mortalidad materna son alarmantes. Edgar Kesler, médico guatemalteco, explicó que a pesar de que ha habido esfuerzos por disminuir la mortalidad materna, es preocupante que las mujeres de la región sigan muriendo por causas prevenibles como hemorragia, hipertención o aborto inseguro (estas tres causales representan el 85% de las muertes maternas).

Kesler señaló también, que es importante reconocer que las muertes por abortos afectan principlamente a las mujeres más pobres, quienes no pueden pagar servicios en clínicas privadas o fuera del país.
El Dr. Oscar Flores, se mostró indignado por los absurdos argumentos que se han publicado en medios oficialistas alegando que los médicos defienden la despenalización del aborto terapéutico por intereses económicos. Flores aclaró que su lucha es meramente científica, porque él, al igual que muchos de sus colegas, desde su experiencia y conocimientos médicos conoce casos en los cuales es necesario interrumpir un embarazo para salvar la vida o proteger la salud de una mujer.
Flores, denunció públicamente la doble moral del gobierno, que justifica la penalización del aborto terapéutico, pero al mismo tiempo da luz verde para que se sigan practicando abortos en algunos hospitales del país amparados en el protocolo de atención del MINSA.
Flores asegura que esta dicotomía entre la Ley y el protocolo de atención pone a los médicos en una disyuntiva grave porque deben elegir entre apegarse a la ley y ser acusados por negligencia médica -al no salvar la vida de la paciente por miedo a dañar el curso del embarazo-, o convertirse en delicuentes que practican un aborto terapéutico, siendo responsables con su profesión, pero violando las leyes de su país.
Este conversatorio fue en un espacio de intercambio entre médicos ginecobstetras de reconocida trayectoria nacional, incluido Roberto Calderón el presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia, y diputados y diputadas que intentan tener una base más científica para la toma de decisiones en materia de salud sexual y reproductiva. Este grupo de legisladores está elaborando un anteproyecto de ley para incorporar nuevamente al código penal las eximentes para practicar aborto terapéutico para preservar la salud y la vida de las mujeres.
Mónica Baltodano, una de las diputadas que encabeza este grupo, se siente indignada por la actitud de algunos funcionarios públicos ante este tema, porque siguen priorizando los páctos políticos con la jerarquía religiosa, sin tomar en cuenta las consecuencias que tiene esta ley para la vida de las mujeres más pobres. “Son poquitas las que han muerto” dice, citando la reacción de quienes posponen este debate. Baltodano reitera que en Nicaragua no debería de morir ni una sola mujer por causas prevenibles. Asì mismo, asegura que seguirán creando espacios como este conversatorio, esperando que otros colegas se unan a su iniciativa y se informen sobre el tema.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy muy d acuerdo con la despenalizacion del aborto terapeutico, ya que la mujer debe decidir cuando ser madre porque es la dueña de su cuerpo, no hay q verlo desde el punto de vista de la sociedad sino desde la situacion individual de cada mujer y se debe de respetar su decision.

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